MI AMIGA ELENA

" Lo primero que sintió Presencia en clase fue una sensación de hallazgo: "Vale la pena vivir,sufrir y hasta morir.Todo tiene un sentido,todo podemos hacerlo nosotros,transfigurarlo nosotros.Existe un amor  puro que todo lo transforma: el arte.Leyes matematicas.A mi no me gustan las matematicas,tan lucidas y frias,pero asi es otra cosa,aplicadas a la vida.Esto si esta a mi alcance: dar un sentido,una proporción armonica a nuestras vidas.Ser arquitectos de nuestras vidas."
Le parecio un hombre triste y de una serenidad maravillosa.
- Esta casado con una mujer guapísima,muy rica.Pero se separo de el.
Sus discípulos lo habían averiguado.Querian saber todo de el,acuciarle.De todos lados llegaban noticias.Presencia pensó: "Pobre",y sintió un impulso de acercamiento,pero cuando volvió a verle a los dos días en clase,con su rostro espiritual y lejano,supo que no podía decirse: "Pobre",y pensó:"Pobre ella..." ( ¡ Un hombre asi,Dios,un hombre asi !)
Menuda,oculta por el alumno de delante,mas alto que ella,escuchaba tendida,con la barbilla alzada.
(Aquel irrazonable gozo,temblandole,delgado como un punzon y agudo.Siempre lo sentiría en adelante,hasta la minima víspera-era ayer aun-subiendo con sus fresas como ofrenda de menudos corazones enrojecidos,viendole inclinado hacia ella,desde el balcón.)
"Prevalece el espíritu,aunque la carne sirva de apoyatura." Era cierto.El amor de ella se había corporeizado en tanta pequeñas cosas que nada tenían de goce,y si tanto de gozo.De fe: neófita que hunde sus pies en las aguas limpísimas de un Jordan y siente bajar sobre si una luz vivísima,tocada de gracia.Ideas presentidas,intuiciones larvadas que el expresaba en alta voz,concretandolas.
"Estaba a punto de llegar a eso,por deducción.No lo he pensado nunca,pero estaba,lo sentía..."
Su amor era,simplemente,alentar cerca de el,tenerle por compañero.Poder decir: "Ventura" y que el volviese hacia ella la cabeza.Caminar a pasos perdidos-no mas sola,de una calleja a otra,anhelante-sino juntos,sin pronunciar palabra y sabiendo que sus pasos se aunarían al enfilar las calles,sin ponerse de acuerdo.Y deteniéndose- aquel leve apretón en el brazo- como si estuviesen solos,absoluta
y puramente solos en el ancho y magnifico mundo de Dios.
También Ventura debía de sentir aquella exaltada soledad,pese a las gentes que pasaban,las voces que salían de las tabernas,los gritos de las mujeres desde las porterias,o las ventanas abiertas...
Solos los dos abriéndose paso entre una apelotonada multitud para tomar el metro.Pero ella buscaba la soledad como agosto el agua: centro menudo,pequeño de soledad,para sentirse abarcada,limitada por el que la ayudaba a no limitarse,a lanzarse mas lejos,hacia arriba,a lo ancho,a lo largo;y la soledad de el- el mismo lo dijo- era hacia los demás,entregandose:atento a todas aquellas respiraciones humanas,risas broncas,rictus crueles,son risas enajenadas,rostros acosados,joviales inconsciencias;percibiendo,en el delgado tacto de sus dedos,la pulsación de que aquella pobre y enloquecida masa humana,aquella turba hacia un matadero desconocido,que miraban por los cristales
del vagon hacia el túnel-por las vías del mundo iban vagones enrejados,y los terneros asomaban los belfos mugrientes y los ojos humedos-y se adivinaba,observandoles,que se sumergían en un nirvana secreto,particular,cada uno el suyo,porque lo necesitaban para seguir viviendo,para no perder la fuerza de tirar de su carga hasta el final."

texto extraido de:

"ALGO PASA EN LA CALLE",Elena Quiroga,1954